Trivialización de los Problemas
A menudo, la sociedad intenta minimizar ciertos problemas comparándolos con otros que se consideran más graves. Dedicaremos este apartado a hablar sobre este fenómeno y las implicaciones que conlleva.
La trivialización de los problemas es un fenómeno que puede surgir en cualquier nivel de la sociedad. Desde conversaciones con amigos hasta debates a nivel político, las luchas de unos pueden verse minimizadas en relación a las de otros en un intento de establecer un orden jerárquico de gravedad. Este comportamiento se asemeja a un mecanismo de defensa: nos permite evitar la incomodidad que plantea la coexistencia de múltiples problemas apremiantes al mismo tiempo.
No obstante, este enfoque plantea numerosos problemas. Para empezar, al hierarquizar los problemas, estamos efectivamente silenciando la voz de aquellos cuyas dificultades caen en la parte 'menos grave' de la escala. A su vez, esto crea una barrera para el cambio, porque si un problema es visto como 'menor', es probable que no se le asigne la atención y los recursos necesarios para su solución.
Además, ningún problema surge en el vacío. Cada lucha es el reflejo de una red de factores interconectados, a menudo entrelazados con otros problemas. Trivializar una lucha es, por ende, eliminar parte de esa red, limitando nuestro entendimiento y nuestra capacidad de intervenir de manera efectiva.
Por último, la trivialización puede generar una sensación de impotencia entre aquellos que enfrentan estos problemas 'menores'. Si se les dice constantemente que sus problemas no son importantes en comparación con otros, pueden comenzar a sentir que su lucha carece de relevancia y, en última instancia, abandonar sus esfuerzos por resolver la situación.
Es por estas razones que el objetivo de este libro es desmantelar la lógica detrás de la trivialización de los problemas y hacer un llamado a reconocer y valorar todas las luchas, sin importar su posición en una supuesta jerarquía de gravedad. No debemos subestimar el poder de ninguna dificultad. Al dar voz a todos los problemas, podemos comenzar a construir una sociedad más empática y justa.